Revista Costarricense de Orientación

ISSN 2215-6615

Vol. 3 Num. 1, Enero-Junio, 2024, p. 1-15

https://www.rco.cpocr.org/index.php/rco/index

https://doi.org/ 10.54413/rco.v3i1.39

Proceso de desarrollo vocacional en la población adulta mayor: un análisis desde el modelo DOTS

Vocational development process in the older adult population: an analysis from the DOTS model

Processo de Desenvolvimento Vocacional na População Idosa: Uma Análise a Partir do Modelo DOTS

Carolina Durán-Azofeifa

Fundación Monge

San José, Costa Rica
duranazofeifa@gmail.com

https://orcid.org/0009-0007-3848-0555

Melany Gómez-Leiva

Colegio Calasanz Hispanocostarricense

San José, Costa Rica

mel24gomez@gmail.com

https://orcid.org/0009-0007-2138-900X

RECIBIDO: 11 de abril de 2023 / ACEPTADO: 11 de agosto de 2023

Resumen

Objetivo: Analizar el proceso de desarrollo vocacional desde la perspectiva de las personas adultas mayores en su etapa del ciclo vital, utilizando el modelo DOTS propuesto por Law y Watts. Metodología: Se fundamentó en el paradigma naturalista y se utilizó un diseño de estudio de caso que involucró a cuatro personas adultas mayores. Se recopilaron datos a través de entrevistas y cuatro técnicas de recolección de información. Para el análisis, se aplicó una triangulación de los resultados recopilados. Resultados: La perspectiva de las personas adultas mayores sobre su etapa del ciclo vital está influenciada por múltiples factores vocacionales intrínsecos y extrínsecos que se han desarrollado a lo largo de sus experiencias personales, emocionales, laborales y familiares. La mayoría de los participantes coincide en que la adultez mayor puede ser una etapa que les permita seguir aprendiendo nuevas actividades y cumplir sueños y metas que antes no habían realizado. El modelo DOTS proporciona una ruta que fomenta la reflexión y la acción en favor de las necesidades personales de cada individuo como un sujeto activo en la sociedad. Conclusiones: Este modelo considera y analiza lo que cada participante hace por sí mismo en función de sus características personales para aprovechar las oportunidades que ofrece su entorno. Esto refleja la importancia de la autodeterminación y el empoderamiento de las personas adultas mayores en su desarrollo vocacional y en la búsqueda de cumplir sus metas y deseos en esta etapa de la vida.

Palabras clave: desarrollo vocacional, persona adulta mayor, perspectiva, experiencias de vida, envejecimiento

Abstract

Objective: Analyze the process of vocational development from the perspective of older adults in their life cycle stage, using the DOTS model proposed by Law and Watts. Methodology: This study was based on the naturalistic paradigm and used a case study design involving four older adults. Data were collected through interviews and four data collection techniques. For the analysis, a triangulation of the results collected was applied. Results: The perspective of older adults on their stage of the life cycle is influenced by multiple intrinsic and extrinsic vocational factors that have developed throughout their personal, emotional, work, and family experiences. Most participants agree that older adulthood can be a stage that allows them to continue learning new activities and fulfill dreams and goals that they had not achieved before. The DOTS model provides a path that encourages reflection and action in favor of each individual's personal needs as an active subject in society. Conclusions: This model considers and allows the analysis of what each participant can do for themselves according to their individual characteristics to take advantage of the opportunities offered by their environment. This reflects the importance of self-determination and empowerment of older adults in their vocational development and in the pursuit of fulfilling their goals and desires at this stage of life.

Keywords: vocational development, elderly person, perspective, life experiences, aging.

Resumo

Objetivo: Analisar o processo de desenvolvimento vocacional na perspectiva das pessoas idosas em sua fase do ciclo de vida, utilizando o modelo DOTS proposto por Law e Watts. Metodologia: Baseou-se no paradigma naturalista e utilizou um desenho de estudo de caso que envolveu quatro pessoas idosas. Os dados foram coletados por meio de entrevistas e quatro técnicas de coleta de informações. Para a análise, foi aplicada uma triangulação dos resultados coletados. Resultados: A perspectiva das pessoas idosas sobre sua fase do ciclo de vida é influenciada por múltiplos fatores vocacionais intrínsecos e extrínsecos que se desenvolveram ao longo de suas experiências pessoais, emocionais, profissionais e familiares. A maioria dos participantes concorda que a velhice pode ser uma fase que lhes permite continuar aprendendo novas atividades e realizar sonhos e metas que antes não haviam conseguido alcançar. O modelo DOTS fornece uma rota que promove a reflexão e a ação em pro das necessidades pessoais de cada indivíduo como um sujeito ativo na sociedade. Conclusões: Este modelo considera e permite analisar o que cada participante pode fazer por si mesmo com base em suas características pessoais para aproveitar as oportunidades oferecidas pelo ambiente. Isso reflete a importância da autodeterminação e do empoderamento das pessoas idosas em seu desenvolvimento vocacional e na busca por realizar suas metas e desejos nesta fase da vida.

Palavras-chave: desenvolvimento vocacional, pessoa idosa, perspectiva, experiências de vida, envelhecimento.

Introducción

Este artículo se desarrolló a partir de una investigación profunda de las diferentes áreas de especialización de la disciplina de Orientación (personal-social, familiar, educativo y vocacional - profesional), en el cual se consideró al ser humano desde un enfoque holístico en el que cada una de sus dimensiones se interrelacionan entre sí. De acuerdo con esto, los estudios de los últimos años han reflejado un vacío significativo en investigaciones acerca de contenidos relacionados con el área vocacional en personas adultas mayores; ocasionando una posible distorsión en cuanto a la concepción de la etapa y su población.

Es importante considerar que a pesar de que el área vocacional en personas adultas mayores se mantiene con un vacío a nivel investigativo desde la disciplina de Orientación, su estudio ha estado presente en investigaciones a nivel internacional desde diferentes enfoques disciplinares. Tal es el caso de la Psicología, la cual ha realizado numerosos esfuerzos por contribuir en el desarrollo de potencialidades, el aprendizaje continuo y la concepción de la población adulta mayor a lo largo de los años. Por otra parte, desde las Ciencias de la Salud se ha determinado que existe un amplio número de investigaciones acerca de los cambios que pueden presentarse durante esta etapa y sus efectos en las personas.

Dado que la Orientación Vocacional ha tenido poca investigación en la población adulta mayor, se destacan a las autoras Natalia Ciano y Mirta Gavilán quienes, en los años 2010, 2011 y 2017, se encargaron de profundizar más en esta área y determinar que en el momento en que se abren oportunidades de desarrollo para la población adulta mayor, se potencian aquellas capacidades y habilidades no desarrolladas; con el fin de que la persona tenga un mayor conocimiento de sí misma, se integre a un grupo, comparta con pares y estimule sus funciones cognitivas.

De esta manera, las autoras vislumbran que, desde la Orientación, se pueden utilizar estrategias que contemplen la singularidad del individuo, para cuestionar o descubrir sus propios intereses y deseos vocacionales.

Asimismo, ellas destacan que existen muchos estereotipos vinculados con el proceso de envejecimiento, los cuales son causa del imaginario social que, aún en la actualidad, impide que la persona desarrolle todas sus potencialidades. Sin embargo, las autoras añaden que el hecho de que las personas adultas mayores se involucren en proyectos u oportunidades de educación genera posibilidades de bienestar en su salud y las diferentes dimensiones que lo complementan.

Considerando lo anterior, la Orientación Vocacional como área de especialización de la disciplina es un concepto que se ha transformado significativamente en los últimos años, a nivel teórico y metodológico, ya que su enfoque de trabajo ha pasado de ser considerado como un evento que ocurre durante la etapa de la adolescencia, a ser visualizado como un proceso que puede presentarse a lo largo de toda la vida. Al respecto, González y Omaira (2002) en su investigación sobre Orientación Vocacional, han determinado que dicha área ya no involucra una elección de carrera, sino que debe ser percibida como una elección a lo largo de la vida. De esta manera, la perspectiva de la población adulta mayor acerca del proceso de desarrollo vocacional resulta fundamental para brindar una comprensión más amplia de la etapa en que se encuentran y un mayor reconocimiento de sí mismo, así como de conocer las oportunidades que se presentan en el contexto y el aprendizaje que se obtiene a partir de las experiencias que ocurren durante esta transición.

Según Ciano (2011), el desarrollo vocacional se plantea como un proceso necesario que se mantiene en evolución durante todo el curso de la vida, contribuyendo como un aspecto fundamental para que el ser humano favorezca todas aquellas habilidades y capacidades que por diferentes circunstancias no han logrado ser descubiertas, ya sea por limitaciones personales o por falta de oportunidades para desarrollarlas.

A raíz de concepciones estereotipadas en el proceso de desarrollo vocacional con la población adulta mayor, las investigaciones previas en temáticas similares consideran al individuo desde dos aristas, como uno que ingresa en un período de deterioro y declive en todas las dimensiones de su vida y como el inicio de una etapa de potencialidades en la que se continúa desarrollando la capacidad para desenvolverse activamente dentro de la sociedad.

Por consiguiente, Gavilán (2017) destaca que el desarrollo vocacional permite brindar oportunidades de progreso y realización personal a lo largo de la vida; por lo tanto, los espacios de participación con los que cuente una persona y su acompañamiento en este proceso vocacional resultan un elemento esencial para la perspectiva que se construye acerca de la etapa del ciclo vital; ya que contribuiría a visualizar la misma como un período productivo, acompañado de espacios para la promoción de la salud, participación y bienestar integral.

Por otra parte, Lozano Cardoso (2009) señala que en los últimos años los estudios vinculados con la población adulta mayor se han caracterizado por el uso de concepciones que la visualizan como una etapa en declive o de baja productividad, impidiendo considerarla como una etapa de crecimiento y acompañamiento activo en el desarrollo de oportunidades participativas para la población. Dicho aspecto se ve reflejado en la escasez de bibliografía relacionada con el área vocacional en la población adulta mayor, por lo que se destaca el trabajo desarrollado por Durán y Gómez (2021).

A partir de esto, se utilizó el Modelo DOTS, propuesto por Law y Watts (1997), para analizar el desarrollo vocacional de la población adulta mayor; el cual se centra en la reflexión, con el fin de que cada persona oriente su propia existencia, confirmando sus principios, valores y creencias, y, además, otorgando la responsabilidad de dirigir su propia vida a través de sus decisiones. (Salazar y Parrales, 2017).

De esta manera, el modelo DOTS permite visualizar a la persona adulta mayor como un sujeto activo dentro del sistema social y laboral, mediante un proceso reflexivo en el que esta identifique lo que podría hacer por sí misma a través de las oportunidades y habilidades que posee y tiene para ofrecer a la sociedad en cualquier etapa del desarrollo del ciclo vital.

Por tanto, el desarrollo vocacional durante esta etapa es fundamental para que la población adulta mayor visualice este período como un proceso continuo de construcción personal, búsqueda y reinvención de intereses que no acaba en la adultez, sino que puede mantenerse a lo largo de la vida;, y con esto desarrolle espacios de participación en donde se posicione como protagonista de su vida, con el fin de garantizar oportunidades que les permitan reconocer y poner en práctica sus características propias para contribuir en su proyecto de vida.

Referente teórico

Desarrollo vocacional

El desarrollo vocacional se establece como un proceso que involucra diferentes elecciones que fortalecen el proyecto de vida y en el que interactúan cuatro factores esenciales: los valores de la persona, los factores emocionales, el nivel y tipo de educación y los aspectos ambientales (Pereira, 2012).

Asimismo, este se percibe como un proceso ininterrumpido de crecimiento personal y enriquecimiento a lo largo de toda la vida. En este contexto, se alienta a explorar diversas alternativas y caminos que les permitan a las personas adultas mayores descubrir y consolidar su identidad vocacional, contribuyendo así a su continua evolución y enriquecimiento personal.

Es importante destacar que, a lo largo de cada etapa de la vida, surgen tareas específicas relacionadas con la vocación que se espera que la persona aborde de manera integral. Estas tareas vocacionales incluyen la reflexión sobre las metas personales, la adaptación a las demandas cambiantes del entorno y la búsqueda de significado en el ámbito laboral y personal.

Además, Pereira (2012) menciona que para comprender mejor los comportamientos vocacionales, es fundamental considerar el papel que desempeñan las demandas y presiones inherentes a cada ciclo vital, así como su relación con el concepto de sí mismo.

Ante este panorama, es necesario considerar las principales características correspondientes al desarrollo vocacional en la etapa de la adultez mayor, con el fin de conocer a mayor profundidad las diferentes tareas vocacionales que se presentan y cómo transcurren en el proceso de sus vidas.

De esta manera, la etapa de adultez mayor según Ureña y Barboza (2015), se caracteriza en su fase inicial por una disminución en la realización de actividades productivas; según el caso, la pérdida del empleo, la cual conlleva un proceso de duelo que depende de la manera en que la persona lo experimenta, del significado individual y social que le da al trabajo, así como del sentimiento de utilidad que tenga y los recursos con los que cuente e incluso de la condición de género.

Por tanto, los aportes desde el desarrollo vocacional son fundamentales para que la persona comprenda esta etapa como un momento vital con grandes posibilidades para el crecimiento personal. En este sentido, es imperativo ampliar teóricamente la caracterización de la adultez mayor con un enfoque más detallado en el ámbito vocacional. Esto implica considerar no sólo las transiciones laborales, como la jubilación; sino también las transiciones personales y sociales que influyen en la identidad y el bienestar de las personas mayores.

De igual modo, es esencial tener siempre presente el contexto familiar y social, ya que estas influencias desempeñan un papel crucial en la vida de las personas mayores. Además, el impacto del cambio en los roles, tanto dentro como fuera de la familia, juega un papel significativo en la experiencia de la adultez mayor. Por lo tanto, la exploración vocacional en esta etapa de la vida no solo debe centrarse en el trabajo, sino también en la búsqueda de significado y propósito en otras áreas, como el voluntariado, el aprendizaje continuo y la participación activa en la comunidad.

Modelo DOTS

Dado que el desarrollo vocacional es un proceso que ocurre en las diferentes etapas del ciclo vital, resulta idóneo considerar un modelo que muestre el camino y la dirección de la temática planteada; tal como es el Modelo de Orientación DOTS (que según sus siglas en inglés, estas significan Decision learning, Opportunity awareness, Transition learning y Self awareness) propuesto por Law y Watts (1997).

De acuerdo con el Modelo DOTS, planteado por Law y Watts (1997), los componentes se definen como:

Self awareness [Autoconcepto]. Le sugiere a la persona a pensar en sí misma y en lo que su elección puede hacer por ella o bien qué puede hacer ella por lo que eligió, con el fin de satisfacer sus necesidades. Ese autoconocimiento le pretende brindar a la persona la información suficiente sobre sí misma; integrando sus capacidades, aptitudes, destrezas, actitudes, intereses, aspiraciones, motivación, valores, madurez, experiencia, estilo de vida, entre otros.

Opportunity awareness [Exploración del entorno]. Se motiva a la persona a reflexionar de manera objetiva acerca de las diversas opciones que le ofrece el entorno, oportunidades educativas y laborales. Es el estar al tanto de las posibilidades con las que cuentan para reelaborar su proyecto de vida e invertir su tiempo de forma satisfactoria.

Decision learning [Aprendizaje en la toma de decisiones]. La persona toma decisiones a partir de la visión clara de las opciones con las que cuenta y de los posibles resultados de optar por estas. Es la determinación autónoma y responsable que realiza la persona para abordar un proyecto de vida basado en la adecuación de características personales a los requerimientos de las opciones participativas disponibles.

Transition learning [Aprendizaje de la transición]. Cada persona anticipa cómo va a llevar a cabo sus decisiones y va a asumir las consecuencias de estas, con capacidad para superar los obstáculos. Las personas se enfrentan a una nueva experiencia en la que se requiere adaptación a las nuevas normas.

A continuación, se presenta la figura 1 en la que se muestra el significado del Modelo DOTS y el orden de su proceso para la aplicación desde la Orientación Vocacional.

Considerando los componentes del Modelo DOTS, es necesario destacar que el Desarrollo Vocacional, según Rascovan (2005), puede definirse como una búsqueda, un proceso abierto, algo que se va construyendo, deconstruyendo y reconstruyendo; invitando a la persona a interrogarse con relación a cómo desea continuar recorriendo su camino y considerando los medios requeridos para concretar lo proyectado.

Además, de la mano de la Orientación, este autor plantea que es esencial trabajar por un envejecimiento favorable que cuestione y relativice los prejuicios y el imaginario social sobre las personas adultas mayores; por lo tanto, el desarrollo vocacional no posee una labor que implica solamente modificar una perspectiva de la etapa del ciclo vital, sino también contribuir al pensamiento crítico, al rol activo en su propia etapa de vida; considerando lo singular de cada persona, lo universal que implica la temática, lo propio del género humano y lo particular asociado a cada momento sociohistórico.

En esta misma línea, Artavia y Fallas (2012) plantean que la Orientación se fundamenta en el principio de las diferencias individuales; es decir, en el reconocimiento de que las personas tienen capacidades diferentes para realizar, con distintos grados de facilidad, las mismas o diversas actividades, por eso se debe identificar y acompañar a desarrollar esas capacidades latentes o expresas en cada persona adulta mayor. Así también, se considera fundamental ofrecer acompañamiento en las elecciones y decisiones prudentes que toman las personas adultas mayores en los procesos gerontológicos, así como promover la adaptación y la salud mental desde los procesos de orientación.

Asimismo, es determinante que se propongan procesos que no solo consideren características individuales, sino que planteen herramientas y recursos suficientes para que la persona analice adecuadamente sus oportunidades tanto en el presente como a futuro y, así, gestione una realización personal y ocupacional continua; pero más importante aún, que su humanidad sea lo más importante considerado en su elección.

De esta forma, se visualiza la importancia de la Orientación Vocacional y sus componentes en relación con la forma de sobrellevar la etapa de la adultez mayor y la perspectiva de envejecimiento que cada persona adulta mayor tenga de sí misma, ya que la experiencia de envejecer está basada en el imaginario social de cada cultura y en la concepción personal acerca de la etapa.

Por tanto, es imprescindible trabajar desde un enfoque que perciba a la población adulta mayor con la capacidad de evolucionar constantemente, y en el que se desarrollen procesos en los que la persona sea protagonista no sólo en las sesiones del proceso de acompañamiento que guía el profesional; sino hacia el futuro, en la atención a las responsabilidades y deberes que conciernen a su elección vocacional, así como en las acciones que se realizan en el presente.

Metodología

Este capítulo comprende la descripción de la estrategia utilizada en el proceso investigativo; en el cual, a través de diferentes apartados, tales como el enfoque de investigación, las técnicas, los procesos e instrumentos utilizados se analizaron los aspectos necesarios para responder el objetivo planteado.

Enfoque de la investigación

La metodología se enmarca en el paradigma naturalista, el cual estudia los fenómenos y seres vivos en sus contextos o ambientes naturales y en su cotidianidad; basado en esto, se comprende el desarrollo vocacional en personas adultas mayores a través del contexto de cada persona para entender la visión global que tiene del mismo y de su etapa (Hernández et al., 2016).

De igual manera, el desarrollo vocacional se estudió a través de un método cualitativo y parte de las consideraciones que cada persona realiza acerca de su desarrollo vocacional e historia de vida como constructo principal.

El diseño de la investigación corresponde a estudio de caso, ya que es una forma de abordar un hecho o situación particular de manera profunda y en su contexto, lo que permite una mayor comprensión de su complejidad y, por lo tanto, es mayor aprendizaje del caso en estudio utilizando múltiples fuentes de datos y métodos (Hernández et al., 2016).

Personas participantes

Como parte de los criterios de inclusión de esta investigación, se tomaron en cuenta únicamente personas adultas mayores entre los 70 y 80 años; dado que estas han vivido experiencias similares, tienen acceso a elementos tecnológicos (ya que pueden presentarse situaciones emergentes que impliquen realizar la labor en modalidad remota), no presentan deterioro cognitivo y, por último, tienen la disposición de participar en la obtención de información para la investigación.

Por lo que se determinó cuatro estudios de caso por explorar, los cuales se seleccionaron a través de un muestreo no estandarizado de tipo diverso o de máxima variación; el cual, según Hernández et al., (2016), busca mostrar distintas perspectivas y representar la complejidad del fenómeno estudiado, esto porque buscaba determinar el proceso de desarrollo vocacional en la población adulta mayor.

De igual manera, para la recolección de información se coordinaron diversas sesiones con las personas participantes, con el fin de realizar los instrumentos y técnicas correspondientes del proceso investigativo. Es importante señalar que debido a la situación sanitaria que ocurrió a nivel mundial por la COVID-19, las sesiones se llevaron a cabo tanto bajo la modalidad remota como presencial, respetando la manera que cada participante eligió y cumpliendo con las disposiciones de salud y cuidado correspondientes.

Para el cumplimiento del objetivo planteado en el desarrollo de este artículo, se requirió el desarrollo de cuatros aspectos según el Modelo DOTS. Estos fueron la ruta para llevar a cabo la investigación del fenómeno de estudio.

Instrumentos y técnicas utilizadas

Como parte de los instrumentos utilizados para la investigación, se aplicó dos entrevistas abiertas y cuatro técnicas con el propósito de introducirles las temáticas a las personas participantes y crear un proceso significativo en cada una de ellas. Estas son: a) entrevista inicial para conocer los datos personales y generales de los participantes, b) técnica del rompecabezas de mi vida, c) técnica de la puerta de las oportunidades, d) técnica de la ruta de mi viaje y e) técnica de la reminiscencia de las transiciones de mi vida.

De acuerdo con Rascovan (2016), los recursos técnicos están supeditados al proceso de escucha que la persona profesional realiza de la persona consultante. De esta forma, a partir de la condición creativa del jugar resulta interesante pensar en los procesos de desarrollo vocacional. Por ello, para la persona profesional es vital estimular la posibilidad de que la persona consultante se dé permiso para pensar, soñar, imaginar, buscar; es decir, abrir espacios donde haya lugar para que la palabra tenga nombre propio y el sujeto se singularice.

Asimismo, utilizar recursos y técnicas durante los procesos de desarrollo vocacional permitirá crear un dispositivo de hospitalidad, una particular forma de configurar un campo de experiencias para cada quién. De igual manera, el jugar debe ser percibido como una forma particular de estimular los procesos de significación y resignificación de lo vivido y lo por venir, más allá de las maneras estereotipadas que impone la cultura (Rascovan, 2016).

Estrategias para el análisis de la información

El proceso de tratamiento de la información consistió en la realización de un análisis que busca el desarrollo de una comprensión profunda de las experiencias de las personas participantes. Lo que implica la creación de categorías que responden a los componentes del modelo DOTS: autoconcepto, exploración del entorno, aprendizaje en la toma de decisiones y aprendizaje de la transición.

Dicho proceso se basa en el análisis progresivo de la información cualitativa de Taylor y Bogdan (2000), en el cual se puede abarcar cómo identificar todos los aspectos que se encuentran en la información aportada por las personas participantes. Para su desarrollo, este proceso de análisis progresivo se basó en tres fases elementales; las cuales comprenden el descubrimiento, la codificación y la relativización de los datos.

Con base en la información anterior, es importante considerar que en esta investigación se le otorga gran relevancia al desarrollo vocacional que la persona ha experimentado a lo largo de su vida, pues es fundamental el significado de las decisiones vocacionales que la población realiza, basadas en la perspectiva que tenga de su etapa de vida.

Triangulación de la información

Para la triangulación de la información, se realizó una vinculación entre la información obtenida mediante los instrumentos aplicados, entrevista semi estructurada a personas expertas, entrevista abierta, rompecabezas de mi vida, puerta de oportunidades, ruta de mi viaje y reminiscencia de las transiciones de mi vida. Esto con la finalidad de conocer el autoconcepto que cada participante posee de sí mismo, las oportunidades del entorno con las que cuenta, el aprendizaje y proceso de la toma de decisiones y el aprendizaje en la transición; es decir, dar respuesta a cada una de las unidades de análisis planteadas.

De esta forma, el proceso de triangulación de la información se desarrolló considerando la información obtenida por parte de los instrumentos para cada una de las categorías de análisis, la teoría contemplada para fundamentar la investigación y el criterio profesional de las personas investigadoras y de las personas expertas entrevistadas.

Consideraciones éticas

Los aspectos éticos que conforman la metodología de esta investigación permiten establecer los estándares de calidad necesarios para velar por el bienestar de las personas entrevistadas. Primeramente, para el desarrollo de cada una de las técnicas e instrumentos realizados, fueron compartidas las estrategias con profesionales expertos en experiencias de trabajo con personas adultas mayores, para asegurar que la información resultara adecuada para la población que sería entrevistada y que cumpliera con el objetivo planteado para la investigación.

Así también, dado que el objetivo principal de la investigación fue el bienestar de las personas entrevistadas, al inicio de las entrevistas se realizó la presentación, lectura y firma del consentimiento informado, el cual es un requisito básico para la disciplina de Orientación contemplado en el Código de Ética del Colegio de Profesionales en Orientación (CPO); con el fin de asegurar que cada persona fuera consciente de su participación en una investigación académica compatible con sus valores, intereses y preferencias.

De esta forma, la consideración ética principal de esta investigación se relaciona directamente con el respeto a las personas y a sus decisiones autónomas, considerando especial precaución en la protección de grupos vulnerables. Asimismo, como parte de la responsabilidad profesional y el respeto a la información brindada, se tomó un espacio con cada persona participante para reflejar las respuestas brindadas y retroalimentar el proceso de su desarrollo vocacional, con el fin de permitir un espacio de reflexión y no únicamente de obtención de información acerca de sus experiencias.

Resultados, análisis y discusión

El análisis de resultados de la información en este artículo corresponde a un proceso de revisión profunda y detallada de los datos brindados por cuatro personas participantes.

Dado que el presente artículo vislumbra una temática que a lo largo de los últimos años ha generado mayor interés en las personas investigadoras, se debe destacar que uno de los constructos principales en la labor orientadora responde a que el ser humano es el resultado del desarrollo del proceso del ciclo vital, el cual está enmarcado por características y experiencias que se han vivido durante toda la vida (Rodríguez, 2008).

A partir de este supuesto y los resultados obtenidos, para las personas participantes resultó fundamental reconocer que, a lo largo de las diferentes etapas del ciclo vital y el proceso de desarrollo vocacional que han tenido, han identificado pensamientos, experiencias, características personales y estilos de vida diferentes a los demás, siendo así cada uno de estos aspectos parte esencial de sus expectativas personales.

Al respecto, cabe destacar que durante el proceso de recolección de la información hubo una similitud en las cohortes de edad de las personas participantes (edades entre los 72 a los 79 años), permitiendo resaltar que aun cuando hayan nacido en años similares o tengan edades cercanas, uno de los resultados principales es que tuvieron experiencias de vida diversas respecto a sus etapas y transiciones, sobre todo en su proceso de desarrollo vocacional.

Autoconcepto

A partir de los resultados obtenidos, se identifica que el desarrollo vocacional es un proceso individual que depende específicamente de la experiencia de vida que haya tenido la persona, lo cual se evidencia en los estudios de caso realizados; ya que los datos brindados por las personas participantes muestran resultados diversos que otorgan una perspectiva amplia, expectativas variadas y diferentes acerca de la forma en que han vivido este proceso. Asimismo, los resultados destacan que el desarrollo vocacional que estas han experimentado se ha construido en un camino lleno de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que decidieron la posición estratégica de este proceso a nivel social y cultural.

Considerando esta información, uno de los aspectos que se destaca con frecuencia en la población adulta mayor entrevistada es que los espacios de participación con los que haya contado la persona y su acompañamiento a nivel vocacional, son elementos fundamentales que nutren la perspectiva que mantienen de su proceso de desarrollo vocacional; puesto que lo visualizan como un período productivo, acompañado de espacios para la promoción de la salud, participación y seguridad o, por el contrario, como un período de declive en el cual no cuentan con la capacidad de desarrollar nuevas actividades.

Por consiguiente, los resultados obtenidos muestran que el desarrollo vocacional les permite a los participantes reinventarse y reaprender tanto de sus necesidades, así como de las experiencias de su etapa; debido a que para llevar a cabo esta planificación la persona debe de realizar un proceso de autorreflexión, basado en los cuatro factores vocacionales que conforman el modelo DOTS. Por ello, es fundamental analizar el proceso de desarrollo vocacional que cada persona ha tenido, involucrando su autoconcepto, las oportunidades que tiene a su alrededor y la toma de decisiones que establezca, así como la manera de afrontar la transición de una etapa a otra.

Según lo anterior, para las personas participantes resultó de gran valor identificar aspectos de su vida que les han permitido vivenciar la adultez mayor como una etapa productiva, al respecto una de las participantes expresó: La vejez significa felicidad y aceptación, yo creo que Dios nos enseña a aceptarla, a vivir alegres y agradecidos de todo lo que hemos conseguido. No es vivir quejándose o lamentándose, sino vivir con alegría la etapa” (Participante 3, comunicación personal, 17 de abril de 2021)

De esta manera, se destaca que para las personas participantes la capacidad de reconocer las cualidades y características que los definen representa un indicador de ajuste, ya que permite realizar adaptaciones sociales, emocionales y motivacionales que nacen del proceso de conocimiento de uno mismo. Con base en lo anterior, es necesario evidenciar que durante la etapa de la adultez mayor el autoconcepto continúa constituyendo uno de los criterios centrales del bienestar y se relaciona con experimentar una actitud positiva hacia sí mismo, el momento en que se encuentra y hacia la vida en general.

Asimismo, para las personas participantes la experiencia resultó sumamente enriquecedora, pues les permitió reconocer características propias que los identifican y que, a la vez, les permiten distinguirse entre toda la población debido a la gran diversidad de experiencias que han vivido a lo largo de su vida. Al respecto, una persona participante destacó que gracias el proceso de desarrollo vocacional que ha experimentado durante su vida le ha permitido visualizar la adultez mayor como una etapa de grandes posibilidades, expresando:Vieras que todo lo veo bien, tenemos que llegar a esta etapa. Mientras vos llegues a cumplirlo y se lleven las etapas bien y organizadamente con lo que cada persona quiera hacer, se ve muy bonita la etapa.” (Participante 2, comunicación personal, 10 de abril de 2021)

Exploración del entorno

Por otro lado, los resultados muestran que para las personas adultas mayores la importancia del acceso a oportunidades de participación otorga gran beneficio a su proceso de desarrollo vocacional; dado que la diversidad de espacios a los que tienen acceso las personas entrevistadas, así como la disponibilidad que estos puedan tener para el intercambio de experiencias y conocimientos, les permite un mejor autoconocimiento y comprensión de su contexto, así como de las capacidades para realizar actividades variadas.

Al respecto, tres personas participantes que forman parte de grupos sociales -donde se fomentan estilos de vida saludables, actividades que aportan al conocimiento de condiciones de salud, capacitaciones dirigidas al arte, manualidades, entre otras- reconocen que estas oportunidades les permiten seguir aprendiendo y comprendiendo que una persona adulta mayor no debe limitarse por el imaginario social o los estereotipos que se creen acerca de la etapa.

De esta manera, las personas participantes destacaron que, para identificar esas oportunidades de participación, es necesario contar con espacios en los que se identifiquen sus intereses, habilidades y otras características personales, esto con el fin de encontrar experiencias idóneas que les permitan realizar aquello que les genera bienestar.

También, cabe destacar que durante el proceso de recolección de la información a nivel mundial se presentó una situación compleja debido a la pandemia por la COVID-19, situación que ocasionó grandes efectos no sólo en el ámbito económico, social y cultural del país, sino también en la salud mental de la población adulta mayor. Esto generó que la totalidad de los espacios de participación, de los cuales formaban parte las personas participantes de esta investigación, cerraran sus puertas por el gran riesgo que conllevaba la aglomeración de personas, generando una disminución en las actividades que frecuentemente estas realizaban.

Al respecto, una de las personas participantes expresó: “Antes estaba aprendiendo a nadar, pero por el COVID no pude seguir. Me hacía muy bueno y aunque era difícil, ya iba poco a poco lográndolo”. (Participante 3, comunicación personal, 17 de abril de 2021). Por ende, se evidencia que debido al confinamiento por la COVID-19 existió un impedimento para la población adulta mayor de ejercer su derecho a la recreación, lo cual pudo traer consigo grandes repercusiones en la forma de vida de las personas adultas mayores; generando que la expectativa que tenían respecto a la etapa se pudiera ver un poco afectada por la restricción en las oportunidades de participación que ofrecía el contexto.

Aprendizaje de la toma de decisiones

Como parte de los aspectos esenciales del modelo DOTS las personas participantes coincidieron en que la toma de decisiones es un proceso importante y necesario durante la vida, el cual responde a la experiencia e historia de vida de cada individuo. Por lo que, no existe una única manera de tomar decisiones, sino que cada persona considera aquellos elementos que responden a su experiencia y aprendizaje durante su curso de vida. Así también, las personas participantes concuerdan en que llevar a cabo una decisión involucra que la persona adquiera cierto grado de conciencia ante la situación que se presenta, es decir, requiere de la capacidad de conectarse con uno mismo para mantener un panorama amplio de lo que sucede y, así, concretar una decisión.

Considerando la importancia de este proceso, una de las personas participantes expresó que “una decisión es un proceso planeado y organizado que termina en una buena elección” (Participante 3, comunicación personal, 17 de abril de 2021). De esta manera, en la toma de decisiones durante esta etapa de vida es fundamental que las personas adultas mayores sean las principales protagonistas en sus elecciones, teniendo la oportunidad de analizar los pros y los contras de cada una, con el fin de que su dignidad se vea respetada por la familia y la sociedad, y que la persona desarrolle lo que realmente le satisface.

A partir de esto, en el área vocacional la toma de decisiones es un proceso de desarrollo continuo y secuencial que se encuentra estrechamente ligado con la información que la persona posee de sí mismo, del medio educativo, profesional y ocupacional. Dicha información, se ve reflejada en lo expresado por una de las personas participantes: “Contar con la capacidad de tomar decisiones en esta etapa es algo muy importante para mí misma, pues no solo genera sentimientos de responsabilidad, sino también contribuye a vivir de forma placentera y acorde con mis preferencias personales” (Participante 3, comunicación personal, 17 de abril de 2021).

Aprendizaje de la transición

Finalmente, respecto al proceso de transiciones Schlossberg (1981) destaca que una transición produce una transformación en la comprensión de sí mismo y del entorno, es decir, involucra un cambio en el comportamiento y las relaciones de la persona. A partir de esto, se evidenció que ante un mismo evento pueden presentarse diferentes perspectivas que se fundamentan en la experiencia e historia de vida de la persona. Cabe destacar que, para dos de las personas participantes, la transición a la adultez mayor puede conllevar una serie de sentimientos de soledad y tristeza, debido a que consideran que el acompañamiento por parte de la familia no ha sido suficiente, expresando que la compañía durante esta etapa se vuelve fundamental para el reconocimiento positivo de la etapa.

Dicho aspecto permite comprender que durante la adultez mayor predomina mayoritariamente la pérdida de la pareja, razón por la cual ocurre un cambio de roles en donde se pueden presentar sentimientos de tristeza, soledad e incluso depresión, ya que dicha pérdida puede asociarse con una etapa de vida en la cual no existe nada importante para vivirla con entusiasmo.

Considerando lo anterior, es importante destacar que las personas participantes en su mayoría coinciden en que dependiendo del proceso de desarrollo vocacional que han experimentado a lo largo de su vida, la adultez mayor puede continuar siendo una etapa que les permita mantener la capacidad de aprender nuevas actividades, una etapa para continuar cumpliendo sueños y metas que quizás antes no habían podido llevar a cabo.

De esta manera, mediante el proceso de recolección de información se planteó la ruta por seguir que brinda el modelo, el cual induce a la persona a pensar en sí misma y actuar a favor de sus necesidades personales como sujeto activo de la sociedad. Por tanto, se refleja en los resultados obtenidos que este modelo considera y analiza lo que cada participante puede hacer por sí mismo desde sus características personales para dar respuesta a las oportunidades que el contexto posee.

En relación con el desarrollo vocacional, es necesario recalcar que -a nivel general- el mismo se visualiza como un proceso en el que ocurren una serie de experiencias que involucran elecciones vocacionales y en el que interactúan principalmente cuatro aspectos esenciales abordados a lo largo de este artículo: el conocimiento de sí mismo, las oportunidades del entorno, la toma de decisiones y el aprendizaje de la transición. Así también, en cada uno de estos aspectos se involucran diferentes factores que responden a la historia de vida de cada persona participante, entre los que se destacan: el factor socioeconómico, la percepción del individuo, las oportunidades de participación y sus características personales.

Por consiguiente, durante el proceso de desarrollo vocacional la persona puede desarrollar la capacidad para desempeñarse en diferentes actividades como parte de su estilo de vida; realizando un proceso de búsqueda, obtención y análisis de la información acerca de sí misma, acerca de las alternativas educativas y de las oportunidades del medio.

Conclusiones

De acuerdo con los fundamentos planteados en este artículo, el desarrollo vocacional en las personas adultas mayores no es un proceso que ocurre de manera estática, sino que se caracteriza por su dinamismo a lo largo de la vida; complementando así con la visión que posee el modelo DOTS, el cual toma en cuenta una guía de pasos para analizarlo a través de la atención y el acompañamiento para que cada etapa pueda ser sobrellevada de manera satisfactoria.

A partir de esto, se concluye que el proceso de desarrollo vocacional en las personas adultas mayores depende de múltiples factores vocacionales intrínsecos y extrínsecos, desarrollados a lo largo de las experiencias personales, emocionales, laborales y familiares que han tenido en su vida. Es decir, entre más satisfecha se sienta la persona con estos factores vocacionales, mejor será la manera de vivir cada etapa.

De esta manera, se concluye que el proceso vocacional en la adultez mayor es un proceso singular, en el que no existe un modelo único y repetible que se lleve a cabo de igual manera para todos, sino que va a ocurrir de forma diferente considerando las experiencias de vida, oportunidades de participación y las estrategias de afrontamiento que haya desarrollado la persona a lo largo del ciclo vital. Por ende, es necesario destacar que el trabajo con población adulta mayor requiere comprender que existen diferentes tipos de vejeces que están marcadas por cohortes de la edad, experiencias, acceso a la educación, apoyo familiar y motivación de la persona.

Asimismo, desde el área vocacional la adultez mayor al igual que otras etapas del ciclo vital, es un espacio en el cual se pueden identificar y reafirmar los intereses que la persona ha tenido a lo largo de su vida o bien, aquellos nuevos que surjan durante la etapa. Por tanto, para las personas participantes el desarrollo vocacional es un proceso que les permite comprender que sus metas y proyectos personales funcionan a través de los intereses, formando un proyecto de vida en el cual cumplan sus objetivos personales. De esta forma, constituye una experiencia fundamental para aprender nuevas habilidades o poner en práctica aprendizajes que les permitan innovar en sus proyectos personales.

Así también, para las personas adultas mayores el proceso de desarrollo vocacional suele estar mayoritariamente relacionado con el conocimiento de oportunidades de participación que la persona tenga en su comunidad o contexto. Por tanto, es importante que la persona conozca a partir de sus intereses y características personales, los diferentes espacios participativos que le permitan enfrentar la transición de manera satisfactoria, contribuyendo en su proceso de aprendizaje y crecimiento personal.

Finalmente, este artículo vislumbra la necesidad e importancia de crear espacios en los que se potencie el acompañamiento profesional en el proceso vocacional, así como estrategias de participación con personas adultas mayores en los cuales se posicionen como protagonistas de su vida, permitiendo el reconocimiento de características propias que contribuyan en la construcción de su proyecto de vida.

Declaración de conflictos de intereses

Las personas autoras declaran que no tienen vínculos con actividades o relaciones personales conocidas que influyan de forma inapropiada en el proceso editorial.

Declaración de contribuciones

Concepción y elaboración del manuscrito: Carolina Durán Azofeifa, Melany Gómez Leiva.

Recolección de datos: Carolina Durán Azofeifa, Melany Gómez Leiva.

Análisis de datos: Carolina Durán Azofeifa, Melany Gómez Leiva.

Discusión de los resultados: Carolina Durán Azofeifa, Melany Gómez Leiva.

Revisión y aprobación: Carolina Durán Azofeifa, Melany Gómez Leiva.

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